Cuando se paga un préstamo, sea personal o hipotecario, siempre hay dos partidas distintas en cada cuota: el principal y los intereses.
Como bien sabes, el principal es la parte de deuda que se devuelve mientras que los intereses es el precio que cobra el que presta el dinero por hacerlo (generalmente un banco). He oído algunas veces “tener un préstamo me interesa porque me desgrava”. Hay que tener cuidado porque esto no es así exactamente:
Respecto a los préstamos de la empresa (me refiero sólo y exclusivamente a éstos) lo único que desgrava a la hora de pagar menos impuestos son los intereses. Y es que el resultado de la actividad se determina restando los gastos de los ingresos. Sólo los gastos. Y la devolución del principal de un préstamo no es un gasto.Un gasto es una disminución del patrimonio de la empresa:
• El sueldo de los trabajadores, por ejemplo, es un gasto porque implica una salida de dinero sin que entre ningún otro activo en su lugar.
• El alquiler del local, por ejemplo, es un gasto porque la salida de fondos que supone sólo conlleva el uso del inmueble por un tiempo pero eso no es un elemento que forme parte de mi patrimonio
• Los intereses de un préstamo son gastos porque, al igual que en los ejemplos anteriores, suponen que la tesorería disminuye y no aumenta, como consecuencia de esta disminución, cualquier otro activo del negocio.
En cambio la devolución de un préstamo no es un gasto porque no supone una disminución patrimonial:
• Hay una salida de dinero, por lo que disminuye el activo.
• Hay una disminución de una deuda, por lo que disminuye también el pasivo.
• Si disminuye el activo y paralelamente disminuye el pasivo el patrimonio de la empresa sigue siendo el mismo.
Por lo tanto, si no hay una disminución patrimonial no hay gasto.Lo verás claramente con un ejemplo. La empresa tiene los siguientes elementos patrimoniales:
– Dinero en bancos 10.000 euros
– Deudas a corto plazo 10.000 euros
El patrimonio de la empresa es 0, que es la diferencia entre lo que tiene (10.000 euros en el banco) menos lo que debe (10.000 euros de préstamo).
La empresa devuelve 4.000 euros del préstamo, por lo que su patrimonio será:
– Dinero en bancos 6.000 euros
– Deudas a corto plazo 6.000 euros
La empresa tiene 0, que nuevamente es la diferencia entre lo que tiene (6.000 euros en el banco) y lo que debe (6.000 euros de préstamo). Como no ha habido ninguna disminución patrimonial no hay ningún gasto, y por eso ninguna partida que reste de los ingresos.
Ahora supongamos que la empresa devuelve esos mismos 4.000 euros de préstamo más 2.000 de intereses. Su patrimonio sería:
– Dinero en bancos 4.000 euros
– Deudas a corto plazo 6.000 euros
El patrimonio de la empresa ahora sí que ha disminuido: ahora es – 2.000 euros, y eso es como consecuencia de los 2.000 euros de intereses, que sí que son gasto.